Avance de primavera
La tendencia: si el verano fuera un color, éste sería sin
lugar a dudas el blanco. Pero la próxima temporada, el tono huye de la enésima
revisión ad lib para recurrir a una inspiración mucho más preciosista que se
detiene en la riqueza de los encajes típicos de verano –desde el guipur, hasta
los algodones perforados pasando por el finísimo Chantilly–. El resultado es
una nueva versión del romanticismo que coquetea sin pudor con el vintage.
La clave del éxito: no mezclarlo con ningún otro tejido, ni
con ningún otro color. La pureza de ambos se entiende mejor sin interrupciones.
Visto en: Roberto Cavalli, Nina Ricci, Valentino, Chloè y
Dries Van Noten.
Fuente: vogue.es
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